27 de diciembre de 2014

10 sueños viajeros cumplidos

Empecé a elaborar mi lista de sitios que ver antes de morir cuando era pequeña. Seguramente entonces no me dije "lista de sitios que ver antes de morir", sino "sitios que tengo que visitar en mi vida" -los niños no son tan pesimistas como para ir pensando en la muerte... Pero desde muy pequeña ya tenía varios en mente y he tenido mucha suerte de poder cumplir algunos de la lista original y otros que se han ido sumando con los años.

¿Queréis saber cuáles son?

Visitar el lago Ness
Con todas esas leyendas del monstruo submarino, ¿qué niño no se sentiría fascinado por un lugar así? Fue una experiencia genial que compartí con los amigos que hice en Edimburgo. No podía creer mi suerte cuando estuve allí. Imagínate, ¡con 15 años y cumpliendo un sueño viajero! Puede que no viera al monstruo (tendría que haber llevado galletas Oreo), pero fue una experiencia inolvidable.


¿Hay algo más tentador cuando eres joven y has visto Crossroads? La peli es una basurilla, pero la idea que se implantó en mi mente y la de mis amigas no nos abandonó hasta que vimos nuestro sueño hecho realidad. ¡Ahora queda repetirlo a lo grande! (¿Ruta 66?)

Pasear por Venecia y montar en góndola
¿Una ciudad donde los taxis son barcos y la gente se transporta en góndola? ¿Una ciudad donde los edificios flotan sobre el agua y la marea sube y cubre la plaza de la catedral? Con estas descripciones, ¿quién no tiene ganas de ir a experimentarlo? Me pareció preciosa y, gracias a mi falta de sentido del olfato, ni me di cuenta de que olía mal, como todo el mundo clama. Eso sí, la ola de calor, la falta de agua y una tipa (que era nuestra guía) bastante insoportable casi hicieron que el sueño se convirtiera en pesadilla.


El primero de estos fue a la República Checa, con mis amigos de la universidad. Yo estaba acostumbrada a planearlo todo bastante y este fue casi de una semana para otra. ¡Y salió genial! Desde entonces he tenido varios de estos: Marsella, Croacia, el Monte Saint-Michel...

Superar mis miedos
Vale... aún me quedan muchos y me han salido otros nuevos, pero lo importante es que algunos los he "superado" (o al menos hago como que no me da miedo en vez de montar un espectáculo). Por ejemplo, ya no entro en pánico modo "vamos-a-morir-todos" cada vez que hay una pequeña turbulencia en el avión (aunque siguen sin gustarme ni un pelo); y ¡me he bañado en un mar con medusas! (bueno, era una sola medusa... y el agua estaba muy clara así que se la veía perfectamente, por lo que guardar las distancias era muy fácil... ¡pero lo que cuenta es que lo hice, y sin gritar!). Eso sí, aún me da mal rollo ver los peces del mar a mis pies, y conforme los años avanzan más aprensión tengo a los bichos... ¿No debería ser al revés?

Visitar Stonehenge
Leyendas, druidas, misterios místicos... Tuve la oportunidad de visitarlo hace varios años, y además lo hice acompañada por amig@s que hicieron que fuera un día memorable.


Viajar a un lugar exótico
¡Y lo he hecho por partida doble con Martinica y Cuba! Playas de arena blanca, aguas cristalinas, beber directamente en coco, el Caribe, historias de piratas, música caribeña, el descubrimiento de la guayaba y el guarapo... Aaaah, los buenos tiempos.


Pasear por lugares que inspiraron Harry Potter
Así de friki soy. En mi defensa diré que esto nunca fue mi objetivo pero la vida ha querido que se convirtiera en algo así gracias a las sorpresas que me han deparado algunos destinos. Así, por ejemplo, mi primer viaje fue a Edimburgo, donde no solo está la cafetería en la que la autora escribió buena parte del primer libro, sino también un montón de lugares relacionados con el mundo mágico que inventó. También pasé mi primer Erasmus en Exeter (donde estudió J.K. Rowling) donde, de camino a la universidad, pasaba cada día frente a la tétrica mansión que inspiró la casa de los gritos, o iba de compras por Gandy Street (calle en la que al parecer se basó para construir el Callejón Diagon). Además, y ya que estaba allí, cuando fui a Londres no perdí la oportunidad de visitar el Andén 9¾.

La Habana es un lugar mágico, pegajoso y maloliente que querrías recorrer durante días para conocer cada rincón. Por supuesto, sigue estando en mi lista de sitios que visitar.

Yo era más de pensar que puedes tener muy buenos amigos extranjeros pero que nunca será lo mismo que con los amigos con quienes te entiendes a la primera, por eso de hablar la misma lengua materna. Pues ahora ¡ya me puedo comer mis palabras! He hecho amigos de los buenos (eso sí, pocos) con los que llego a entenderme aunque no sepa cómo decirlo. Y es que, como leí una vez, la comunicación es una actitud.

*

Tener 10 sueños viajeros cumplidos es tener mucha suerte. Y lo bueno de viajar es que, si quieres, nunca se acaba. Cuando tachas un lugar de tu lista aparecen tres más, así que nunca te quedas sin objetivos. Algunos de los próximos que quiero cumplir son estos:

Recorrer la muralla China (al menos una parte,que el cuerpo ya no está para esos trotes)
Contemplar el amanecer en lo alto de Bagan con vistas sobre todos los templos
Ver la aurora boreal y el sol de medianoche
Viajar a Marruecos y comer cada día pasteles de pistacho
Pasar unos meses en África impregnándome de la cultura y recorriendo varios países
Emocionarme con las cataratas de Iguazú
Subir a los fiordos noruegos (y acercarme al precipicio tumbada para disminuir el vértigo, qué yuyu)
Visitar el Gran Cañón (y, de paso, hacer un viaje en coche por EE.UU.)
Aprender sobre las culturas inca, azteca y maya in situ
Escribir un libro (o varios jiji) basados en lo que he visto y vivido durante mis aventurillas


Claro que la verdadera lista de lugares "por visitar" es bastante más larga que esta, pero no pierdo la esperanza de poder realizarla y dejar "espacio" para otros nuevos. Si es que, una vez que haces pop en esto de los viajes... ¡ya no hay stop!

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