4 de septiembre de 2014

Los mejores (y más baratos) sitios para comer en París

París, la cocina francesa, baguette por aquí, crêpe por allá... Oh là là, todo refinamiento y elegancia. Y de repente, ¡cataplún!, nos damos de narices con el precio. Demasiado bueno para ser barato. Y es que la comida francesa es excelente, pero todo tiene un precio. Pero si vosotros, como yo, disfrutáis de una buena comida (y a ser posible contundente); si, como yo, preferís no gastaros los ahorros o el sueldo del mes en un restaurante; o si, como yo, a menudo viajáis con un presupuesto ajustado y no os podéis permitir La Tour d'Argent... aquí os dejo mi lista de los mejores sitios (y más baratos) para comer en París cuando se viaja con un presupuesto ajustado:


Au P'tit Grec

Comenzamos por un clásico de los habitantes parisinos. Seamos sinceros: habéis venido a París y una cosa está clara: ¡no podéis iros de aquí sin haber comido una crêpe! Las hay por todas partes de la ciudad, dulces, saladas, caras, menos caras... (Casi) todas estarán deliciosas, pero ninguna lo estará tanto ni os saciará como las que cocinan en este pequeño restaurante de la Rue Mouffetard. Si os dejáis caer por aquí, es posible que tengáis que esperar un poco, pues las colas que se forman a veces llegan a la otra acera, pero merecerá la pena (y es que su reputación lo precede, son las mejores crêpes de París). Además de una excelente calidad y un tamaño más que aceptable por el precio que se pide (alrededor de los 5€ o 6€), el servicio es muy agradable y la localización es perfecta: situado en una calle muy frecuentada y animada, con bares a buen precio y ambiente agradable; y a menos de 5 minutos andando del Panteón y de la mezquita. Lo único malo es que no tiene WC.

Tribal Café

Pocos conocen la existencia de este bar, donde se puede comer un buen plato de cuscús o de mejillones con patatas fritas por el precio de una cerveza. Sí, sí, como lo oís. Los miércoles y jueves sirven acompañando a la bebida un plato de mejillones con patatas fritas (moules frites), y los viernes y sábados un buen plato de cuscús. La pinta solo cuesta 3'5€ (2'85€ durate la happy hour), pero si venís para cenar (sirven los platos gratis a eso de as 21h) venid con una hora de antelación, ya que este bar es desconocido a los turistas, pero siempre está lleno de parisinos que buscan los planes más baratos.

Bouillon Chartier

Al contrario que el anterior, este restaurante es ampliamente conocido tanto por turistas como por locales, lo cual no implica que sus precios sean elevados. Presenta una gran variedad de platos típicos franceses (del tamaño de tapas) a un precio muy asequible. El interior está decorado como un tren antiguo, haciéndonos olvidar la época en la que vivimos. Eso sí, suele estar abarrotado por lo que las colas para entrar son habituales y no es de extrañar que os sienten en la misma mesa que unos desconocidos. Puede parecer una falta de intimidad, pero ¡muchos aprovechan esto para establecer conversación con los vecinos! Por desgracia, debido a sus dimensiones y su gran afluencia, los camareros no se detienen mucho tiempo en cada mesa y, mi teoría es que algunos platos no los cocinan en el momento, sino que los recalientan...


Ama Dao

Este pequeño restaurante está a las afueras de París, por lo que su situación no es la más práctica si solo se viene por unos días y con el tiempo justo para ver los monumentos más importantes. Pero si os perdéis por Levallois o, simplemente, queréis probar uno de los mejores bobuns de París, no dejéis de venir. El servicio es muy agradable, los ingredientes son frescos y el precio es asequible: por 10€ podréis comer un saludable plato vietnamita. Si bien el restaurante es muy pequeñito, sus platos no lo son tanto.

Sahil

Este restaurante indio-paquistaní tiene una decoración horrorosa, pero no os dejéis engañar por las apariencias. Una vez dentro y sentados en las sillas cuyo plástico no ha sido retirado completamente, podréis pedir platos copiosos por 6€, grandes vasos de lassi por 3€ y menús por menos de 10€.

Flam's



Es una cadena (hay 4 o 5 en toda la ciudad) en la que se presenta un plato típico de Alsacia: la flammekueche. Es una especie de pizza rectangular y muy fina. En sus orígenes consistía en una fina capa de pan que se metía al horno para comprobar la temperatura de este. Posteriormente, se añadieron otros ingredientes (cebolla, bacon, nata, champiñones...) y empezó a servirse como plato. En este restaurante se puede elegir el menú (¿una sola o buffet libre?) y los precios son razonables (especialmente si se contrata el buffet libre, pues por menos de 15€ el camarero te trae flammekueches hasta que dices basta). No es tal vez la comida más sana (suelen llevar una base de nata o crema fresca) pero es perfecto para descubrir la gastronomía alsaciana a un precio reducido.

Chez Gladines

He de reconocer que me atrevo a recomendar este popular restaurante vasco a pesar de no haber estado (todavía)... No obstante, todas las opiniones de amigos y conocidos apuntan en la misma dirección: raciones enormes, buen precio y mejor calidad. Cuando abrieron el primer restaurante, tuvo tanto éxito que unos años después se vieron obligados a abrir otros más en la capital gala. Aun así, es frecuente hacer un poco de cola (y es que los restaurantes con raciones abundantes son más bien pocos por estos lares).


Y de postre...

Maison Berthillon

Un helado de la heladería más mítica y reconocida de París: la maison Berthillon. Muchos lo consideran el mejor helado de París y he de decir que ¡están deliciosos! Está situada en pleno centro de la ciudad, en la Isla de St Louis (la cual está repleta de heladerías) y aunque no son los más baratos... merece la pena hacer la cola para después disfrutar de su sabor contemplando Notre Dame desde algún puente cercano. ¡Atención! Si vais durante el verano es posible que estén cerrados por vacaciones...

Y con esto y un bizcocho, os deseo... BON APPÉTIT !

2 comentarios:

  1. Toma nota para cuando vuelva a París!
    Por cierto, qué bonito el blog con este fondo nuevo =)
    Un saludo!

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    Respuestas
    1. ¡Gracias! :)
      Sí, está bien tener a mano algunas direcciones cuando el destino es caro... ^^
      ¡Hasta pronto!

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